Wednesday, May 23, 2007

VOLUNTAD O MOTIVACIÓN

En búsqueda constante de una motivación para acceder a hacer las cosas, un estímulo quizás suene insolente y desagradable, pero así es, y no puedo evitarlo, pero sé que aquella impresión se aleja de ser un resentimiento individual si no que es la actitud de la gran mayoría (solamente por no decir todos), no hay una real motivación por trabajar, estudiar o hacer las cosas del diario vivir. Tal vez bastaría decir que somos una sociedad haragana, irresponsable o bien, dejada, que queremos que las cosas resulten por sí sola, sin esfuerzo alguno.
Si bien concuerdo en una pequeña manera en aquello, creo que detrás hay algo más, ¿cómo exigirle a la sociedad un esfuerzo?, a esta sociedad que ha sido traicionada políticamente, en el cual cada pequeño hálito de esperanza es precesor de una gran decepción, cada sueño de triunfo es seguida por una desalentadora derrota, una sociedad "demócrata" donde dependemos demasiado del otro, porque por más que nos esforzemos en seguir un camino "seguro "por la vida, basta una negligencia médica, un profesor barrero o bien un error tecnológico para que esa vida se venga abajo, porque el camino mas seguro a seguir no es tan seguro, y esa dependencia es cuestionada una y otra vez, ¿como confiar en el otro si a veces no se puede confiar en uno mismo?. Es aquella falta de amor propio, lo que nos da desconfianza e inseguridad en todo, productura de una mentalidad extravagante: cagar al otro antes de que me caguen a mí.
Los jaguares de América fue el mejor chite por muchos años, y siendo la risa un buen remedio, creo que demasiadas creyeron que ese chiste era verdad, por ello aquel "Unicornio azul" de Silvio Rodríguez que para antiguas generaciones era símbolo de algo mágico y onírico, para esta generación le resulta lógico y convincente que sea un lápiz de pasta. ¿Qué hemos perdido y qué hemos ganado?. Es obvio que perdimos voluntad y motivación para hacer las cosas, y ganamos un evidnete amor por el dinero y el éxito vago y fácil, engrandecemos pequeños triunfos sólo por satisfacción personal, ganamos imagen pero perdimos algo mucho mas importante, un verdadero amor propio, por uno mismo y por los demás.